Querida señora Bird, A. J. Pearce

lunes, 30 de marzo de 2020

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Título: Querida señora Bird
Autora: A. J. Pearce
Género: narrativa histórica
Editorial: Roca
Sinopsis:
Londres, 1940. Emmeline Lake hace todo lo posible para implicarse en esta época de guerra en la que vive, ofreciéndose como operadora telefónica de los Servicios Auxiliares de Bomberos. Cuando Emmy ve una oferta de trabajo para el diario London Evening Chronicle, sus sueños de convertirse en corresponsal de guerra parecen ser de repente alcanzables. Pero el trabajo, finalmente, resulta para ser mecanógrafa para la reputada columnista de consejos feroces Henrietta Bird. Emmy está decepcionada, pero se da por vencida y acaba aceptando la situación. La señora Bird es muy transparente y a su llegada ya le da una indicación muy clara: las cartas que contengan cualquier situación desagradable deben ir directamente a la basura. Pero cuando Emmy se encuentra que muchas de estas cartas son realmente conmovedoras y que provienen de mujeres que pueden haber ido demasiado lejos con los hombres equivocados, o que no pueden soportar ver cómo sus hijos son evacuados o enviados a la guerra, no puede resistirse a responder a cada una de ellas. Mientras los planes alemanes hacen sus redadas nocturnas y Londres recoge las piezas humeantes de sus edificios todas las mañanas, Emmy comienza a escribir en secreto a aquellos lectores que le han hecho llegar sus problemas.

Hacía mucho tiempo que quería leer esta historia y la preciosa edición de bolsillo que la editorial ha sacado recientemente, con tapa dura, me terminó de animar. Este tipo de historias, ambientadas en las guerras mundiales, me pierden y aquí, además, se une una joven protagonista que parece no hacer grandes heroicidades pero que, sin embargo, pone todo su empeño para ayudar a quienes tiene cerca y a quienes cree que pueden sentirse aliviados con su intervención. 

Emmy es una chica inglesa que trabaja como mecanógrafa en un despacho que no le aporta nada. Es también voluntaria en la centralita de bomberos y vive con su amiga de la infancia, Bunty, en la casa de la abuela de esta. Están viviendo solas en la gran ciudad pero en un momento muy difícil y siente que podría hacer más por el esfuerzo bélico, por ejemplo, siendo corresponsal de guerra y llevando a la gente las verdaderas historias de heroismo del frente.  

El anuncio en el periódico de que buscan personas comprometidas, que sepan mecanografía, y otras cualidades que Emmy sabe que posee por descontado, comienza a dar forma por fin a su gran anhelo e irá a la entrevista con toda la fuerza del mundo. Una vez allí está tan emocionada que no es consciente de las condiciones del puesto, por lo que se verá siendo una especie de asistente de la señora Bird, una dama con un alto sentido de la decencia que contesta a las cartas que las lectoras le envían con sus preguntas, no sin antes pasar un férreo filtro.

Sin embargo, pronto se encuenrta destruyendo muchas de esas cartas porque no son aceptables para los estándares de la señora Bird y realmente Emmy piensa que es un despercidio, que muchas mujeres tienen inquietudes y problemas y que confían en la señora Bird para resolverlos pero esta los deshecha. Su valentía y sus ganas de ayudar la llevarán a cometer una pequeña irregularidad, contestará a una de esas elctoras con su propio consejo, eso sí, firmando como la señora Bird. Lo que jamás se imaginó es que ese pequeño gesto pudiera crecer tanto y ponerla en serios aprietos.

La novela arranca con un tono jovial, unas ganas de vivir y de ayuda tanto de Emmy como de Bunty que contrasta con la atmósfera opresiva que están viviendo, sobre todo por las noches, cuando los aviones alemanes recudrecen sus ataques en pleno Blitz. Emmy, en primera persona, va contando ese día a día, para ella emocionante dentro de la monotonía y ves también las emociones en cada una de sus relaciones: la amistad incondicional con Bunty, la ruptura con su prometido y la ilusión cuando conoce a alguien que podría ser especial pero que en épocas de guerra todo está teñido de incertidumbre, a la vez que se acrecientan los sentimientos de urgencia y se magnifican los buenos momentos.

Me ha parecido una delicia acompañar a Emmy en los meses más decisivos de su vida, ver cómo se enredan las cosas en la revista y el cambio de registro ante el gran hecho dramático de la historia y cómo eso les cambia irremediablemente. No es propiamente una novela epistolar pero sí tienen mucha importancia las cartas como vehículo de desahogo, un medio para volcar las dudas, las inquietudes, los sentimientos de amor y los de esperanza. Ha sido todo lo que esperaba y más. 

1 comentario:

  1. Adoro las historias ambientadas en las guerras y en las posguerras, así que me apunto este libro para mi lista de lecturas pendientes. Muchas gracias por la recomendación :) Besos

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