Calista Sweet presenta...Nada que perder

jueves, 23 de mayo de 2019

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Hola! Hoy mismo sale a la venta la nueva novela de Calista Sweet, Nada que perder, y para que conozcáis un poco más a lo personjes la propia autora nos cuenta un poco más sobre Elsa y Adam. Sin duda, la ambientación invita a perderse con esta novela este verano, ¿a que sí?

Gracias, Calista por este extracto! Sin más, vamos con ello:


Un entorno paradisíaco es el punto de encuentro de los protagonistas de Nada que perder, dos personas que por diferentes motivos viajan hasta Australia y que de forma inesperada se ven envueltos en una aventura que pone en riesgo sus vidas. 
 
Elsa Montero, bióloga española, es la protagonista femenina; investigadora en el Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marinas de Cádiz, ha sido enviada por la universidad para participar en el Simposio Internacional para la Protección de los Arrecifes Coralinos. Discreta, solitaria y poco dispuesta a relacionarse, es una apasionada del mar y sus criaturas, y entre ellas es como se encuentra más cómoda.
 
Y por otro lado tenemos a Adam O’Neal, periodista australiano, trabaja como freelance 
para una revista de investigación científica que le ha encargado un reportaje para el que debe documentarse apropiadamente y que lo pone en el camino de Elsa. Espontáneo, cariñoso y locuaz, Adam se propone poner fin a la soledad que su nueva amiga se ha impuesto, aunque para ello tenga que arrastrarla hacia un peligro insospechado.


Elsa está determinada a marcar una línea entre ella y el resto del mundo, pero ¿qué tiene Adam que consigue arrancarle más de una sonrisa, que la empuja a hablar, a revelarle cosas que jamás había compartido con nadie?
Adam sabe que no debería involucrar a Elsa en una misión que puede ponerlos en riesgo a ambos. Ella es demasiado ingenua, demasiado adorable… tan diferente a todas las mujeres que ha conocido hasta entonces que no podrá evitar desear mantenerla muy cerca de él. 


UN APERITIVO DE LO QUE ENCONTRAREIS EN EL LIBRO:
Elsa buscó a Adam y lo encontró sobre una de las cubiertas de la nave, apostado en la barandilla y oteando el horizonte. Parecía buscar algo en el agua porque escudriñaba cada movimiento de las olas con avidez. De alguna manera, mostraba la actitud de quien espera que suceda algo. Durante todo el día Elsa había notado cierta desazón en él, como si todos sus sentidos se encontrasen en estado de alerta. Se había dado cuenta de que, si bien Adam trataba de disimularlo tras su sempiterna sonrisa, resultaba complicado verlo relajado, disfrutando tanto como los demás de la experiencia. Elsa se preguntó por qué sería, si podría deberse al hecho de que estuviese más acostumbrado a moverse a lo largo y ancho del edén que los rodeaba. A ella el factor sorpresa la mantenía en constante estado de excitación, contribuyendo a que saboreara cada instante con la pasión de una niña para quien todo resulta extraordinario y fascinante.
En cambio, a él solía encontrarlo distraído, distante, perdido en sus reflexiones. Aunque si alguna vez llegaba a percatarse de que Elsa lo estudiaba, regresaba a su pose alegre y despreocupada, al gesto simpático tan característico de los australianos. Reaccionaba con rapidez, hacía cualquier comentario ocurrente y no paraba de hablar y narrar anécdotas relacionadas con su trabajo que la hacían desternillarse hasta llevarla a admitir que estaba dejándose llevar por sus neuras, llegando a imaginar actitudes que no se correspondían con la realidad.
—¿Estás persiguiendo alguna sirena?
Adam se giró y un frío intenso recorrió a Elsa al advertir que una mirada de preocupación ensombrecía sus ojos. Trató de sonreír, pero su corazón había comenzado a desbocarse y se sentía tan aturdida por la vehemencia de las emociones que la asaltaban que sentía que los músculos de la cara se le habían agarrotado. Tenía ganas de abrazarlo, de ofrecerle consuelo. Y un deseo, más profundo que el abismo, de indagar en sus tribulaciones, que adivinaba comenzaban a quitarle el sueño.
En aquel momento dos certezas la asaltaron: la primera, que Adam no era el chico despreocupado que pretendía ser. En su fuero interno supo que, a pesar de que mostraba una parte importante de sí mismo, a la vez se reservaba una parcela, un pedazo de su vida al que ella anhelaba tener acceso más que cualquier otra cosa en el mundo. Y aquí llegaba la segunda certeza, porque este deseo le confirmaba la sospecha de que Adam la atraía de una manera inexorable. A pesar de haberse esforzado en poner su corazón a salvo, este se había vuelto independiente y traidor y reaccionaba por su cuenta cada vez que el australiano se encontraba cerca.
Adam alargó el brazo y la atrajo hacia sí hasta asegurarse de que Elsa se agarraba a la baranda. Él se quedó detrás, abrigándola con su cuerpo. Después abrió los brazos y colocó sus manos junto a las de Elsa. El roce de sus dedos con los suyos provocó que la sangre de Elsa circulara a un ritmo más lento. Con todo, y a pesar de la proximidad física, Elsa lo sintió lejos.
—Buscaba esa sirena de la que hablas. Quería encontrarla, preciosa y hechicera, enredada con el agua —murmuró cerca de su oído. Su aliento le rozó el cuello provocando que Elsa se estremeciera—. Pero ahora me doy cuenta de que esa ninfa escapó hace tiempo del mar y que se ha colado en el barco, decidida a ejercer su embrujo sobre todos los que estamos a bordo.
Elsa quiso responderle. Aunque no era una experta en el arte del coqueteo, estaba segura de poder resultar ocurrente cuando se lo proponía pero la irrupción de Gianetti en cubierta impidió que el momento se prolongara y, con él, la oportunidad de ofrecer una réplica a la altura se esfumó para siempre.

Para terminar, quiero darte las GRACIAS por reservarme un espacio dentro de tu blog para dar a conocer mi novela. Espero que la entrada sirva para que muchas personas se animen a leerla, ¡YA ESTAMOS DE ESTRENO Y ESTOY EMOCIONADA, ILUSIONADA, NERVIOSA! Espero que os guste mucho y también que me hagáis llegar vuestros comentarios!!!!!
BESOS A MONTONES, Calista Sweet
 

¿Qué te ha parecido? Y para terminar, la sinopsis:
<<Cuando aceptó viajar a Queensland para participar en el Simposio Internacional para la Protección de los arrecifes coralinos, Elsa no podía imaginar que su vida daría un giro tan inesperado como excitante. Durante el trayecto conoce a Adam O'Neal, un enigmático periodista con el que a partir de entonces coincidirá más a menudo de lo que tenía previsto. Excelente conversador, Adam instruye a nuestra protagonista en algunas de las más peculiares costumbres australianas. Al saber que Elsa tiene planes para recorrer el Mar del Coral, le suplica que le permita unirse a la expedición con el objeto de realizar un reportaje para su revista. Atractivo y reservado, de carácter simpático y espontáneo, Adam consigue penetrar la barrera que Elsa interpone entre ella y el resto de la gente.
Pero todo en la vida tiene un precio y la confianza que Elsa deposita en él la llevará a enredarse en una aventura que no por apasionante resulta menos peligrosa.>>

 

1 comentario:

  1. ¡Hola! ^^
    Me encanta la ambientación de esta historia. El mar, sus propias criaturas, una bióloga, Australia... Desde luego con eso ya me incita a leerlo, pero quiero saber cómo se lleva a cabo la relación entre los protagonistas.
    Me lo apunto para leer en veranito, que como dices parece la época perfecta para esta novela 😍
    Tienes nueva seguidora ^^
    ¡Nos leemos a la sombra!

    Alba | A La Sombra Del Arciano

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